Madres de alquiler
Madres de alquiler
Una madre de
alquiler es una mujer que, previo acuerdo con la pareja o persona
interesada, accede a quedar embarazada y dar a luz para,
posteriormente, ceder la custodia a otros para que lo críen como
hijo propio. A este proceso también se le hace referencia por las
expresiones <<vientre de alquiler>> o <<maternidad
subrogada>>.
Se puede llegar al
embarazo usando este método de tres formas:
-Vientre de
alquiler completo: La madre de alquiler es también la que provee los
óvulos, que serán fecundados por medio de inseminación artificial
con el semen de la pareja que la “contrate”. Este procedimiento
no suele recomendarse pues convierte a la madre de alquiler en la
madre biológica al haber usado su propio óvulo. La mayoría de las
mujeres que se ofrecen como madres sustitutas prefieren evitar este
vínculo.
-Vientre de
alquiler gestacional empleando óvulos de la futura madre: Por medio
de una fecundación in vitro los embriones son colocados en el útero
de la madre sustituta, de modo que el hijo resultante tendrá los
genes de la pareja.
-Vientre de
alquiler gestacional empleando óvulos de donante y esperma de la
pareja: de este modo el bebé estará relacionado biológicamente con
el padre y, si la mujer no puede producir óvulos, se evita que
comparta genes con la madre de alquiler usando un óvulo donado por
terceros.
Generalmente recurren a este proceso mujeres que no pueden concebir por problemas en el útero (o falta de él, como puede suceder por el cáncer). Sin embargo, también hay casos de parejas homosexuales, mujeres para las que el embarazo supondría un riesgo o gente que, sencillamente, quiere ahorrarse las molestias del parto.
En la mayoría de
los casos a este proceso se accede por medio de empresas -pocas son
las veces en las que la madre de alquiler colabore de forma
altruista. Por regla general, las partes implicadas llegan a un
acuerdo en internet, donde media una agencia que se encarga de todo:
encontrar la candidata ideal para llevar a tu hijo durante el
embarazo, hacer los exámenes médicos necesarios, hacer un
seguimiento del embarazo e incluso preparar el certificado con el
nombre de los padres para el parto. Es un negocio multimillonario,
rondando el precio medio en EEUU los 40.000€.
Pero esta práctica
no es legal en muchos países debido a las complicaciones legales que
acarrea: determinar la maternidad y la paternidad, arrepentimiento o
indisposición de los clientes cuando la gestación ya ha comenzado,
que el niño tenga malformaciones, o incluso exigir a la madre de
alquiler que aborte.
Pero, conociendo
los posibles inconvenientes, ¿por qué querría la gente recurrir a
este sistema? Hay personas para las que es especialmente importante
tener un vínculo biológico con su hijo, razón por la que la
adopción queda descartada. Optando por un vientre de alquiler, al
menos puedes aportar tu óvulo o esperma.
Las desventajas
superan en número a las ventajas: El coste es altísimo, lo que no
lo hace accesible para cualquiera. Además, la madre de alquiler y
los “clientes” pueden entrar en conflicto a la hora de decidir
cómo se quiere llevar el embarazo. Sin olvidar que hay que tener en
cuenta que existe la posibilidad de que la madre de alquiler se eche
atrás y decida quedarse al bebé, en cuyo caso la ley la ampara.
De momento es
España esto es ilegal, pero de aprobarse, ¿recurrirías a este
método?
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