Raquel Valenciano Ortiz
Sonia López Aparicio
LOS ASPECTOS ÉTICOS
DE LA CLONACIÓN
Hemos elegido hacer el trabajo sobre la ética en la
clonación humana porque nos parece interesante poder indagar en los aspectos
morales de la ciencia, más que en los científicos.
Recurrimos a
distintos blogs de opinión y entrevistas para poder llegar a todos los puntos
de vista, pues sobre un tema tan controvertido no hay verdad absoluta.
Internet, afortunadamente, es un mar de opiniones muy diversas al que hay fácil acceso.
¿QUÉ ES LA CLONACIÓN?
La clonación es un proceso asexual con el cual se consigue
un organismo idéntico a uno ya adulto a partir de su ADN.
La técnica de clonación consiste en obtener un óvulo
femenino, eliminar el núcleo que contiene el ADN de dicho óvulo e insertar en
él una célula adulta del donante a clonar. La criatura clonada tendrá un ADN
virtualmente idéntico al del donante, pero esto no quiere decir que vayan a ser
iguales en todos los aspectos.
Se puede hacer con distintos fines, unos más aceptados que otros:
-La clonación reproductiva tiene varios propósitos, entre
ellas permitir que las parejas que no pueden tener hijos opten a esta
posibilidad. Hasta el momento no se ha
logrado con éxito, y no se ha llegado a probar con humanos, experimentando sólo
en animales.
-La clonación terapéutica tiene como fin encontrar respuestas y avanzar
en la investigación de enfermedades como el cáncer, el párkinson, la diabetes o
muchas más que a día de hoy son incurables.
OPINIONES AL RESPECTO
A FAVOR:
La terapéutica permitiría generar órganos sueltos y
compatibles en un 100% para todos los que esperan un trasplante, sin el riesgo
del rechazo o tener que someter al paciente a los fármacos inmunodepresores y
sus problemas.
En el caso de la clonación reproductiva, sería posible que
las parejas sin posibilidad de concebir un hijo biológico optasen a descendencia
con lazos de sangre (objeción que algunos presentan a la adopción).
Podría decirse que no existen reales problemas éticos y
morales con la clonación terapéutica, y que dadas sus prestaciones, sería
absurdo cerrar esa puerta tan importante para la medicina. Quizá sea cierto que
estaríamos cerca de la clonación reproductiva
de tener éxito en la terapéutica, pero si consideramos que su mal empleo podría ser restringido
o penalizado, solo nos quedan los impedimentos de la religión y de los derechos
y percepciones del clon en sí.
EN CONTRA:
La clonación humana puede ser empleada con una clara
irresponsabilidad. Contra ella se presentan numerosos argumentos religiosos (no
es lo que Dios ha querido) y éticos (Un ser humano idéntico a mí mismo, ¿cómo sería considerado? ¿Podría
suplantarme?).
Al hacer una valoración ética de la clonación reproductiva,
la ética nos hace reflexionar sobre varios puntos: El hombre en sí en un fin, no un medio; el
odio tiene derecho a no ser programado genéticamente, a ser genéticamente único
e irrepetible; el entorno familiar podría ser problemático, etc…
Como mencionamos anteriormente, para poder obtener un órgano
o tejido con el fin de ser trasplantado sin problemas, se requiere de la
utilización de un embrión preimplantatorio para obtener de él las células que
permitan obtener ese tejido u órgano. Por lo tanto, la ética no da mucho más
cuartel a la clonación con fines no reproductivos pues conseguir esas células supondría crear un
embrión humano, extraer lo necesitado y destruirlo. Por eso para unos, la
clonación no reproductiva es éticamente aceptable mientras que para otros es un
atentado contra la vida.
El empleo de animales genéticamente modificados clónicos con
fines terapéuticos presenta problemas culturales en casos tales como el del
cerdo, que mientras en algunos países occidentales no presenta inconvenientes,
en otros como los de religión musulmana
el empleo de este “animal pecaminoso” sería inconcebible.
El empleo de la clonación con fines reproductivos podría dar
lugar a mercantilismo o geniocracia; que podrían llevar a la clonación de
entidades famosas para sacar beneficio de ello. Además, puede ser utilizada
para satisfacer el egocentrismo de ciertas personas o, incluso, para alcanzar
la utópica meta de la inmortalidad.
OPINIÓN PERSONAL:
Sonia:
Es extraño tratar como verídico algo que, hace tan solo unos
pocos años, formaba parte del argumento de películas de ficción. La clonación ha saltado de historietas a
conferencias científicas, y para algunos aun nos es difícil asimilar las
posibilidades que esta técnica conlleva.
La clonación terapéutica la apoyo. Los argumentos en contra hablan de atentar
contra la vida al “aprovecharse” del embrión creado, pero, ¿cuántas vidas pueden salvarse?
Para este tema adopto el mismo enfoque que con el del aborto. Pienso que
mientras el embrión no sea más que eso, no tenga consciencia, no hay daño
hecho. Es muy fácil defender que también es una vida en el papel, pero, si en
una situación de vida o muerte tuvieses que elegir entre el embrión y una
persona adulta, ¿cuántos mirarían a los ojos a la persona y le dirían que va a
morir?
En cuanto a la clonación reproductiva, no estoy muy de acuerdo. Opino que hay muchos
niños en el mundo sin padres y muchos adultos que quieren hijos como para decidir que no es
suficiente. Lo que obtienes por
clonación reproductiva no es un hijo, es un clon tuyo. Si tu preocupación es la
sangre que compartís y no el cariño que le vas a dar, quizás deberías
replantearte lo de ser padre.
Pero como conclusión, ¿es para mí algo bueno la clonación?
Por supuesto, es un avance científico grandísimo, creo que puede salvar muchas
vidas. Pero habrías que restringir cuidadosamente su uso.
Raquel:
En mi opinión, la clonación humana para fines terapéuticos puede
marcar un antes y un después en el progreso científico, así como en la vida de
muchas personas que ven el final de sus días con fecha y hora como la cita más con
su recurrente médico especialista. Prefiero ponerme en su lugar y defender ese
progreso, al margen de creencias o la propia ética, lo primero porque muchas
veces pretendemos saber qué es lo que piensa una deidad, cuando siempre en
todas partes, desde el Corán a la Biblia y en cualquier rito pagano somos
inferiores a ella; lo segundo porque si ya se permiten los abortos y los
anticonceptivos, sacrificar un embrión para un fin útil a diferencia de esos
dos procesos sería no solo un avance, sino el nulo desperdicio de algo que ya
de por sí la embarazada desestima. Sin embargo he de situarme en contra de la
clonación reproductiva por ser propensa a ser corrompida. Vivimos en un mundo
en el que las televisiones públicas llevan de fondo la bandera de un partido
así como su influjo, corrupción política y guerras no siempre justificadas.
Todo, hasta la mejor de las intenciones puedes llevar detrás un oscuro
propósito que celosamente se nos oculta por el bien de nuestra rutinaria
felicidad. Lo mejor es no dar lugar a ello. Nadie gana nada teniendo un clon en
alguna parte, solo la posibilidad de ser suplantado.
BIBLIOGRAFÍA
En la mayoría de
los casos a este proceso se accede por medio de empresas -pocas son
las veces en las que la madre de alquiler colabore de forma
altruista. Por regla general, las partes implicadas llegan a un
acuerdo en internet, donde media una agencia que se encarga de todo:
encontrar la candidata ideal para llevar a tu hijo durante el
embarazo, hacer los exámenes médicos necesarios, hacer un
seguimiento del embarazo e incluso preparar el certificado con el
nombre de los padres para el parto. Es un negocio multimillonario,
rondando el precio medio en EEUU los 40.000€.
